Primero ser adulto y luego

En una de esas veces en las que se te dio la gana de salir a desayunar (porque también ya no tenía nada en mi humilde refrigerador para cocinar e ir al super a las 8am como que no muchito), yo el mortal mas mortal de todos los seres mortales de este planeta me fui caminando mientras pensaba alguna pendejadita de esas que a la sociedad no le gusta porque les hacer ‘perder el tiempo’ usando el cerebro, de esas meras incomodas que la sociedad emocional no está dispuesta a aceptar porque pues, ante todo la ofensa verdad; bueno ya regresando al punto, la cosa es que me llegue al lugar de comerciales (comer) estaba medio vacío, me senté como acostumbro hacer ‘en la mesa del rincón’ y me llevaron mi acostumbrado cafecito, en eso estaba yo cuando interesantemente se llenaron las mesas (bien por el restaurante) mientras esperaba resulta que justo inicio a llegar mas personas, para mi agrado una de mis vecinas se apareció, la verdad es que siempre la había visto y ella a mi pero casi nunca había pasado del clásico ‘¿cómo le va? ¿Todo bien? Qué bueno usted, que tenga feliz día’ y listo, la cosa es que cuando me vio y vio que no había mesas me pregunto si podría sentarse en la misma mesa y pues yo como no soy de sangre azul le dije que no había problema.

El clásico ‘mire usted mucho gusto, después de tanto tiempo y hasta ahora que nos hablamos bien verdad’. Medio incomodo, pero sincero y tanto que vale la pena. Como decían antes en esos canales mexicanos ‘la honestidad pásala’.

La cosa que cabal le sirvieron el cafecito y nos pusimos a hablar. Como muchos de ustedes que me conoce sabrán, este bruto humilde servidor le encanta escuchar cuando nota que tiene en frente una conversación interesante, así que ésta inicio de la siguiente forma.

“cuantos años tiene Ron?”

“ya estoy viejo usted, tengo 34 años”.

“nada que ver usted, apenas me lleva 3 años”.

“pero ya soy más viejo que usted”.

“casado o soltero?”

“soltero”

“mire pues”.

“y usted”

“yo tengo un hijo usted, de 6 años”.

“que interesante usted, y estudia su hijo”

“sí estudia”

“y no le lleva un poco la chingated con eso usted”

“viera que bien usted, pero mire usted si no se hace así, par que viene uno a este mundo sino para ser responsable verdad usted”.

Ok, en este punto ya debo ser honesto, tal cual la técnica de los últimos 16segundos de una canción, esa ultima frase realmente capturo mi atención, ahí fue cuando le dije: “así, la escucho atentamente, podría elaborar más?”

-corte comercial: para todo esto aun no nos servían el desayuno y pues fue algo que agradecí luego-

Pues la doña esta me inicio a contar de como había sido su vida de joven, de estudiante de la usac por cierto, y luego como había sido que conoció al padre de su hijo y luego pues se casaron, la vida dio vueltas y luego se divorciaron y ya, pero lo mejor fue lo que vino después.

Quisiera decir cada palabra que ella dijo pero la verdad es que dijo tanto, tantas anécdotas, tanta experiencia y luego al final dijo la frase que mas me encantó de toda mi semana, para ser honesto:

“… porque primero uno debe ser adulto

para luego ser padre…

porque los chicos aprenden del ejemplo entonces un padre que se comporta como un mamífero irracional, aunque le diga tanto bla bla bla de cómo su hijo/a se debe comportar, finalmente el niño/la niña va a aprender eso que es tangible: los hechos y nada mas que eso. Ya pueden despedirse del clásico speech de ustedes son los humanos más correctos con sus hijos, pues por mas que les digan X cosa, si los ven haciendo las estupideces que normalmente harían, ya estuvo que eso aprendieron”. De nada (esta frase si la agregué yo).

Desde mis 20 que iniciaba a planificar mi vida, siempre dije que debía llegar en un punto de mi vida a esa misma conclusión, pasar por las etapas de la vida, no saltearme ninguna, pasar por esa etapa donde uno se comporta como un tonto, haciendo estupideces de jóvenes (al menos yo pues, dichosos los que no lo hicieron), actuando como un simio erguido (de esos si veo muchos y con edades avanzadas), para luego ser un profesional, tener la experiencia profesional, vivir otros mundos, otras realidades, ser adulto, aguantarme a mi mismo con todo y los demonios que llevamos dentro diría R. L. Stevenson, ser responsable y entonces -tal cual lo decía mi vecina-, entonces si ya ser Padre. (lo pongo con mayúsculas por el respeto y responsabilidad que lleva ese título, no por referencia a alguna religión, y aclarando: Padre en el sentido de generalización que encierra padre y madre, no como genero sino como rol para la especie de humanos; aclarando, no se me vayan a poner temperamentales dada las modas).

No pude callármelo, lo tuve que decir, tuve que decir que era de las pocas conversaciones que he tenido con alguien que apenas conozco que realmente valió la pena; de los seres humanos que hay que buscarlos bajo las piedras porque usan su cerebro y son capaces de hacer eco de eso que consideran bueno para la vida. La mayor parte de otras conversaciones las personas hablan de sus modas… jaja cosas que a veces, solo a veces, son un poco aburridas sin mencionar la perdida de tiempo de hablar de cosas tan triviales.

La conversación continuo, hablábamos de esos simios erguidos que suelen compartir con todo el mundo su música a altísimo volumen, los dos creíamos que: ‘probablemente es lo único ellos consideran valioso, lo mas importante que tienen y sienten la necesidad de compartirlo con la sociedad’, recordábamos una vez que creíamos que había llegado la ‘disco rodante’ -así decíamos antes, cosas de viejos- en la calle pues un vecino tenia los vidrios de su carro abajo y tenia puesto su glorioso reguetón como para declararle la guerra a los demás simios a través de su valioso y exquisito gusto musical. Si, también es chistoso ver ese comportamiento de los seres vivos. O una vez que estando en la terraza de mi edificio alguien estaba escuchando música en su celular -sin audífonos- y me preguntaba “¿ese tipo de música no le molesta?” a lo que solo pude responder: “entre tanto sea solo para su oído, no”, lo sé, parece chiste pero es anécdota.

Sirvieron la comida, y como diría mi abuelita: “el que habla mientras come, no come”. Así que procedimos a desayunar, -bueno el desayuno, por cierto-, mientras casi solapadamente, sin ponernos de acuerdo, observábamos el comportamiento de las demás personas. A lo que solo pude decir:

Los seres humanos somos una especie altamente interesante…

Si llego hasta aquí y no se ha ofendido, le agradezco que entregue su madurez a esta sociedad. Gracias por leerme. Si a este punto ya esta ofendidito/a lo lamento, no suelo complacer berrinchitos infantiles, y lo mas probable es que usted necesite primero ser adulto maduro para luego poder ser eso que dice que aporta de “bueno” a la sociedad. De nada.

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