Aún me acuerdo

Después de aproximadamente 22 años, claro que aún me acuerdo…

y cómo olvidar aquel Miércoles que iniciara a nublarse todo el cielo a eso de las 10:30 am cuando el huracan Mitch iniciaba a hacer su toque a tierra entrando por las costas del atlántico de Honduras.

Yo para ese entonces tenía 11 años, fue en Octubre a finales, año 1998, por lo que ya estábamos fuera de la escuela, recuerdo que estábamos preparándonos para el 1 de noviembre “el dia de los santos”, con los barriletes, pero fiel al estilo al que me criaron en mi familia, para esas fechas nosotros llamábamos “prepararnos” para el dia de los santos, tratando de dejar cosas como leña y alimento para las vacas listo para poder “barriletear” el 1 de noviembre; fui criado en la sombrilla de una familia en la que se trabajaba desde pequeños, yo inicié a trabajar desde los 8 años, ya tenía uso de razón y recuerdo perfectamente mis atribuciones en un hogar que se dedicaba a la crianza de ganados de varios tipos. Y NO, definitivamente no me arrepiento, al contrario, vivo agradecido cada bendito dia con el creador por permitirme aterrizar en este hogar que me enseñó a trabajar desde niño, para saber que los frijoles saben muchísimo más rico cuando se trabaja por ellos (y digo agradecido con el creador, pues uno no elige en qué hogar quiere nacer).

La idea de prepararnos era uno o dos días antes, entonces cuando el mitch nos llegó a saludar de entrada no estábamos preparados. Para los que han vivido en lugares donde se crian ganados sabrán que en las fechas de verano se guarda el forraje o sacate (alimento de vacas) para la temporada de lluvia, sin embargo, es como cualquier otro activo, durante la epoca de lluvia se inicia a consumir, y al final de la época de lluvia ya se tiene muy poco a veces ni siquiera alcanza para terminar la época de lluvia, y menos aún cuando no se disponen de los recursos monetarios suficientes para abastercerse de lo suficiente para terminar la temporada de lluvia: justamente nuestro caso.

Había terminado de dar un poco de alimento para mis vacas, y aprovechadno que mi madre no estaba en casa y que “había un poco de aire” decidí “romper un rato” mi tarea para “volar mi barrilete”, en la mañana (generalmente nos permitían volar los barriletes en horas de la tarde, luego de ver que nuestras tareas habían sido finalizadas), entonces me aventuré a sacar mi barrilete, inicié a notar un poco de lluvia pero escasa, muy escasa, solo unas gotas. A eso de las 11:30 am, mi madre regresó de donde estaba, y me pegó una gran regañada pues no debía estar jugando sino mas bien trabajando, así que como pude entré mi barrilete y regresé a mis tareas. “apurate ya viene el agua” recuerdo que me diría mi madre a lo que yo respondí: “si pero va a pasar luego, ya va a ver”…

Inició a llover a eso de las 12:45 pm y entramos a la casa a ver que nos hacíamos “mientras pasaba el agua”, nos dieron las 2, 3, 4 y la lluvia no se quitaba. Para eso de las 5pm ya habíamos puesto las noticias, una radio que no haré publicidad jaja, pero que es de las pocas radios que llegan a los lugares mas reconditos de guatemala y que ultimamente es el estandarte de los políticos guatemaltecos que quieren tener audiencia con toda la gente… En las noticias se hablaba de una “tormenta que viene del atlántico” pero que “solo afectaría a Honduras”. Para las 6:30 pm, nosotros ya habíamos preparado la cena de los ganados y dejar todo listo, habíamos preparado la leña para la cocina pues mi madre tenía cocina de fuego de leña. Nos sentamos frente al “pollo” para calentarnos un poco debido a que ya estaba muy frio, como a eso de las 10:30 pm salí a ver un rato y parecía que la lluvia iniciaba a parar un poco, le dije a mi mami “ya está parando, ya va a pasar”. Nos fuimos a dormir, pero me recuerdo haber despertado a eso de las 3 am, y se escuchaba que aún seguía lloviendo. Al siguiente día, no se detenía, para este jueves nosotros aún no creíamos ni pensabamos en todo lo que iba a pasar luego, a como pudimos logramos sacar ese dia buscando comida para los ganados y buscando leña que estuviera seca para la cocina, ese día por la noche si ya nos iniciamos a preocupar pues iniciamos a ver que las correntadas de lluvia no daban tregua, incluso para nosotros era dificil atravezarnos las calles, pero con todo, tan rico que era irse a la cama a dormir con “el sonidito de la lluvia”

Al amanecer del viernes, ya la cosa ya estaba difícil, recuerdo que las paredes ya iniciaban a verse húmedas de tanta lluvia y nuestra otra pena era la comida de nuestros ganados, como pudimos salimos a buscar comida para ellos, pero ya mucho más dificil conseguir, iniciamos a buscar todo lo que pudimos en nuestras galeras donde guardabamos la comida seca de los ganados pues en epoca de lluvia es malisimo para la salud de los ganados darles comida verde, esto les provoca malestares en las barrigas.

Logramos pasar este viernes y ya ahora si con miedo; al amanecer del sábado 31, ya era imposible no preocuparse, la lluvia no había parado ni un solo dia, nosotros veíamos que ya nuestras reservas de comida para los ganados se habia terminado, intentamos preguntar con vecinos quienes tuvieran aún alimento para ganados que nos vendieran, pero en tiempos de escacez ni siquiera el mejor negociante se atreve a vender sus reservas de alimento para ganados. Asi que nos tocó ir bajo la lluvia a conseguir alimento, aun recuerdo que logramos encontrar alimento verde que nos tocó cargar desde los terrenos hasta las casas de los ganados, el suelo estaba tan saturado de agua, que literalmente uno se hundía en la tierra hasta la altura de las rodillas, (es decir yo también no era alto, era un niño de apenas 11 años) pero veía que mi hermano también se hundía hasta un poco antes de la rodillas, entonces me convencí que de hecho si estaba super saturado el suelo de tanta lluvia, y no se detenía la lluvía; a como pudimos logramos pasar ese dia y decidimos cambiar de casa a los ganados pues incluso sus lugares donde dormían ya tenian saturación de agua.

La mañana del domingo 1 de noviembre fue el peor de los dias, la lluvia no daba tregua, era el peor de los dias, pues era intensa la lluvia y no se detuvo ni un solo instante, la neblina estaba “hasta el suelo” así decíamos, y da la gran casualidad que cuando ibamos por comida para los ganados, logramos divisar a unos coyotes que habían bajado desde sus hábitats naturales hasta mas cerca de la civilización pues estaban en busca de comida, eso si ya nos preocupó demasiado, ese dia fue un dia de tanto miedo por todos, pues escuchabamos las peñas que rodean el pueblo de San Pedro/San Marcos, haciendo retumbos y de esos retumbos serios, no eran imaginación.

Ese domingo, recuerdo haber escuchado un gran retumbo, que no supimos de donde venía, solo recuerdo habernos visto las caras con mi hermano y todos preocupados, regresamos a la casa, con nuestras cargas de alimento para los ganados. La tarde de ese domingo, ya ni ganas daban de “jugar a los barquitos” en las correntadas de agua, pues no solo era la lluvia sino el frio que se habia vuelto extremo. En la noche pusimos la radio local para escuchar las noticias, ahí fue cuando nos enteramos de una famosa “catarata” que se había producido en uno de los “cerros” que rodea el valle, del lado del occidente, nunca había yo visto una catarata saliendo de una peña y menos recien formada.

aún se nota el paso de la catarata formada como resultado de los dias de lluvia del Huracan Mitch 1998

Al amanecer del lunes, la lluvia iba disminuyento un poco, ya no era tan intensa, pero seguia lloviendo así que nos tocó ir de nuevo en busca de comida para los ganados, iniciamos a improvisar alimento para ganados que combinaban algo seco que pudieran digerir y no solo alimento verde y mojado, fue todo un reto, así que como pudimos logramos encontrar un vecino que nos proveyera de “los restos” de la comida de sus caballos para poder combinarlo nosotros con forraje y preparar un composte que no dañara los intestinos de los ganados y que al contrario les produjera cierto tipo de calor corporal para que sintieran demasiado frío. A como pudimos logramos sacar ese día, para el final del dia e iniciar el martes.

Al amanecer el martes la lluvia se ponía más leve, y neblina hasta los suelos, de nuevo nos tocó ir a buscar leña y ver como la secabamos dentro de las cocinas además de ver como conseguir comida para los ganados, pero al cabo de este día ya casi nos habíamos acostumbrado a salir a conseguir alimento para animales bajo la lluvia, fue aquí cuando aprovechamos para ir a ver la catarata, logramos encontrar un lugar desde nuestro lugar de trabajo para poder ver hacia el cerro, se lograba escuchar el ruido de la catarata cuando bajaba desde lo alto de la peña y aterrizaba en las piedras del suelo para iniciar su camino como un poderoso río, yo aun tengo clara esa imagen, fue de las cosas que más impactó mi niñez; a veces cuando me pongo a recordar, tengo bien claro ese recuerdo que podría dibujar perfectamente (si tuviera las habilidades de artista) la imagen capturada por mi cerebro al ver como la catarata salía literalmente de en medio de la peña blanca y recorría unos 40-50 metros en caída libre hasta llegar al suelo. Fue algo totalmente impresionante para mi. A mis 33 años, mientras escribo este post, no logro, ni lograré olvidar esa imagen, la tengo clarísima en mi mente.

Al amanecer del miércoles por fin podíamos ver un cielo, blanco aún, pero ya podíamos ver hacia el cielo, hacia arriba sin tener que cerrar los ojos por la lluvia que caía, pues al fin la lluvia nos había dado tregua. A como pudimos, logramos hacer que los vecinos nos apoyaran vendiéndonos los restos de sus alimentos para sus ganados, y que ahora ya sabían que podría alcanzar para terminar la temporada de lluvia; y hasta hoy en día, los veo y no hay forma de agradecerles.

Llegaría el jueves, cuando de vuelta podríamos ver al sol… despues de tantas penas, después de tanto esfuerzo, después de tanto y tanto, y tantas pérdidas… nos llevamos solo algo tan importante: Lecciones para la vida…

Cuando veo la ruta que tuvo el Huracan Mitch, pareciera que es alguien literalmente con un bolígrafo le trazó la ruta al huracan y luego le dijo: “por aquí es que tenes que seguir ve… adelante” se las dejo a continuación.

La ruta del huracán Mitch… tan pero tan caprichosa esa ruta, sin mencionar los accidentes geográficos que por definición no permitirían el paso de un huracán, y ahí lo tienen…

¿De donde sale todo esto? de una sola cosa: RESILIENCIA… por eso estoy convencido que las personas deben ser FUERTES MENTALMENTE, por una sola razón: El mundo no está hecho de buenas voluntades. El mundo es duro, y así tal cual es como debemos enfrentarlo.

Gracias por leerme.

Gracias por leer mis recuerdos.

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