La sencilla aldeana de noble corazón.

Los que son de mi época, seguramente ya tienen una imagen en su cabeza luego de leer el título, los que no lo sean, sea porque son más viernes o más jóvenes que yo, casi seguro que van a ir al Google a buscar con ese titulo o se aguantarán las ganas hasta terminar de leer el post, en cualquier caso, les agradezco. Aquí voy.

En alguna ocasión me encontraba en el norte de los Estados Unidos, casi por allá por Duluth, en esas fronteras que casi que das un paso y ya estas en otro estado y luego das otro en dirección perpendicular y ya estás en otro país y pues aguas no te vaya a agarrar “la migra”. Después de todas las preguntas necesarias de como era mi pueblo y el clima y la gente y toda esa preguntadera que le hacen a uno y que uno pues tiene que sacar lo bueno del país y ocultar lo malo, pues para que guate siempre salga bien librada como buen patriota, la cosa es que pasamos a la parte de las preguntas sobre mi familia, así que tocó hablar de mi padre, mis hermanos y luego quería describir a mi madre. En ese instante se le vienen a uno un montón de cosas a la cabeza, y es la hora de “por donde empiezo” y no, no es el tartamudeo de no saber hablar inglés, es el tartamudeo de cuando el cerebro descarga una gran cantidad de datos a tu lengua y tu lengua inicia a quedarse como impresora que “se trabó” (por ahí hay otra historia de cuando me pusieron a arreglar una impresora después de una reunión de consultoría para customizar un ERP, pero eso es otra historia) y pues toca cancelar todo, ordenar el proceso y luego ir paso a paso diciendo/haciendo.

Inicié diciendo a qué se dedicaba mi madre, todo lo que había hecho por nosotros sus chamacos y cómo los dos con mi Padre se habían amarrado los cinturones a luchar por sus hijos y sacarlos adelante al mismo tiempo que ayudaban ellos a sus propios padres (pues en mi casa nunca fue un trato de “yo traigo el pisto y tu lo administras” sino mas bien fue “los dos traemos pisto a la casa y nos la rifamos el uno por el otro” y mi madre linda encontraba el tiempo para hacer su casa, administrarla como toda una dama, y al mismo tiempo para jugar con nosotros y demostrarnos ese cariño de madre. Llevaba ya como 20 minutos hablando de mi madre de todo lo que ella hacía, que me había enseñado, de nuestras historias de cuando yo era chavito y viajaba con ella a sus cosas de la iglesia y todo eso, cuando me di cuenta que estaba hablando de una mujer cuya imagen en mi cabeza estaba tan clara, su corazón era un corazón noble muy noble y amoroso, nada para nada sofisticada, una mujer tan natural nada de grandes egos y esas estupideces de muchas personas de ahora que solo tienen llena la billetera (y a veces billetera ajena) y si, para sorpresa de muchos, salía todos los días al bosque a recoger leña, luego nosotros sus hijos salíamos por la leña y otras cosas que ella necesitara, pero nunca, nunca, vi que no saliera a ver las siembras y no regresara con algún leño seco “para tener fueguito y caliente la cocina” como ella decía.

Entremés: esos leños eran los que echaba desde la mañana al fuego, luego en una olla de barro llena de frijolitos negros que luego cocinaba con apasote para el desayuno del siguiente día… (ya se, si en efecto, era mi intención hacerles “agua la boca” o como decimos comúnmente, hacerlos babear 😊)

(lo siento Greenpeace y esas “organizaciones de conciencia” que ahora dicen que no hay que quemar leña pues por el calentamiento global y por el CO2 y la tala de bosques y todo esa … narrativa de ahora, es mas los invito a ir a ver nuestros bosques SIEMPRE han estado verdes, y se mantienen VERDES durante todo el dichoso año y nunca hemos necesitado de ustedes, ¡de nada!)

Bueno ahora sí, a lo que venía diciendo, la cosa es que cabal estaba va de hablar cuando me di cuenta de eso y les dije, saben que, creo que se podría reducir a la frase “una sencilla aldeana de noble corazón que sale todos los días a recoger leña, para atender su casa y tener siempre calor de hogar”. (¿que cómo lo dije traducido al inglés? Jaja eso se los dejo de tarea, ¡practiquen! Para eso se ponen bilingüe en sus CVs ¿no?)

Me recuerdo perfectamente cuando los domingos me hacia llamada de larga distancia “mijo, puse saldo a mi teléfono y tengo 150 minutos a estados unidos, así que me los gasto sino las empresas se quedan con mi dinero” (en tu cara claro jaja) y pasábamos de un solo hablando los gloriosos 150 minutos hasta que justamente se cortaba y yo le llamaba entonces solo para despedirnos y desearnos feliz noche, “hasta mañana mijo”. ¿cómo se supera eso?

Salí de casa de mis papas desde que tenía 17 años (no hagan las cuentas por favor, ya estoy viernes, no se) , tocó enfrentarse al mundo, mis hermanas me apoyaron mientras estudiaba, luego pues tocó trabajar y estudiar al mismo tiempo pues ya los cursos de la universidad lo permitían, las personas que me conocen saben que soy totalmente independiente de mis padres, tomo mis decisiones quizá el 99% sin consultar con humanos, y el 1% nomas para chismear e informarse un poco más, es más un “¿has hecho esto?” y no un “¿qué pensás, será que me conviene?” así que alguien podría pensar que con esa independencia es simplemente fácil no pensar en mi madre, pero adivinen, no se puede, simplemente ella me enseñó mucho de lo que se ahora, soy contador de profesión inicial por lo que muchos dirían que eso es lo que practico, pero resulta que no, la planificación financiera la aprendí de mi madre, una señora que nunca recibió un curso de finanzas, micro finanzas o contabilidad, nada, sus matemáticas fueron lo suficientemente buenas junto con su amplísimo sentido común para entender como jocotes hacer las cuentas y llegar a fin de mes.

La vida me permitió conocer a una artista llamada Sara Bareilles mientras vivía en NYC, con un altísimo grado de inspiración para escribir letras y hacer música, su cambio notorio desde que se muda de LA a NYC la hizo mas visible entre los que escuchamos ese tipo de música y hay una canción que definitivamente no podría ser para nadie más, aquí dejo un pedacito de la misma:

“She calls on Sunday, checking in

We talk about the weather again

It never changes, she wonders where the rain is.

Once in a while I catch a glimpse

Of the truest things that she keeps hidden

Her secret heart, that is my favorite part”.

Para luego terminar con una frase que cada que me miro al espejo me recuerdo indiscutiblemente: “there is a glimmer in her brown eyes, the ones she gave to me, so I know we can both be shiny”.

No, no vayan a buscarla, aquí mismo se las dejo, esta es la buena:

Bueno, yo no soy shiny pues, solo ella, pero sino no rima muchito 😀

A todo esto, yo iba como con el 3er café, a menos 25 grados Celsius, comiéndome unas galletitas con crema agria, y ni me había dado cuenta de todo el tiempo que había estado va de hablar de mi madre, una y otra y otra vez, me era imposible simplemente dejar de descargar cada recuerdo en mi cabeza hacia mi lengua de ella, no podía, hasta que sonó una alarma…

Era hora de ir a “collect the eggs of the silkie chicken”.

Para las personas cercanas a mí, sabrán que recientemente mi madre tuvo una cirugía que era de alto riesgo, fueron 22 días de intensa tormenta interna en el corazón de todos en mi familia. Siempre tuve en el corazón la firmeza de saber que hay cosas que uno puede controlar y cosas que uno no puede controlar (de hecho, es mi base filosófica – silogista del porqué la existencia de un Arquitecto Supremo) y pues fue un momento también no solo de valorar lo que se tiene, que muchas veces el ser humano da por sentado que es eterno, sino también preguntarse: ¿por qué quiero seguir teniendo a este ser amado? ¿para qué? ¿para seguir siendo/haciendo lo mismo? ¿Qué cambia? ¿Cuál es la lección? ¿Qué sentido tiene rogar por la permanencia de alguien si se ejerce el mismísimo comportamiento?  Y ni siquiera tiene que ver con cargo de conciencia, bueno seguramente algunas personas si tendrán eso, pero en términos generales, no es cargo de conciencia, entonces ¿por qué es tan difícil dejar ir? Si, seguramente hay muchas respuestas, en algunos casos seguramente será comodidad, miedo, quizá en otros casos necedad, vulnerabilidad y quizá, solo quizá, si se tiene la claridad suficiente será: amor, el amor genuino y puro de saber que al lado de esa persona estoy totalmente completo, ese amor del mismo del que esos seres nos han dado, como bien diría la canción que me enseñaron en la primaria recuerdo perfectamente “Es mi madre, reliquia en flor, estrellita de mi corazón… sonriente con su alma pura y santa formó a este hijo que ella soñó y por su amor estoy aquí para brindarle mi inspiración”.

Ahí se las dejo, espero que lo disfruten, Y NO, no necesariamente tiene que sonar solo los 10 de mayo, eso sería demasiado miserable, tan miserable y ridículamente mínimo hacerlo por un ser que ha dado todo por nosotros sus hijos.

Valoren a su madre muchá, valórenla, antes que llegue el tiempo en el que ya no puedan.

Gracias por leerme.

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